Serenata a Manhattan

La primera impresion de Manhattan no es de cuanto es de inmenso...la isla mide apenas 3 km x 20 km...pero cuanto es de normal. Para una persona de origen latinoamericano, llegando a la llamada "Capital del mundo," por las calles de New Jersey, seria dificil decir que uno no estuviera en su pais. El trafico, la arquitectura, hasta las rejas en las ventanas parecen que alguien saco a todo directamente de otro mundo.

Pero hay algo que se puede notar de diferente de Nueva York. Es una ciudad cambiada. Es un pueblo con una mano en la billetera y otra listo para convertir en pu~o hasta el momento cuando se conecta en forma personal. La paranoia no es con el proposito de ser personal. El Nuevayorquino esta defendiendose de la clase de persona que quiere hacer algo feo porque Nueva York es algo extra~o, la gente es demasiada rica, hay que manifestar un odio contra la humanidad ye se hace a gente inocente en la ciudad mas importante.

Damas y caballeros, hablamos de gente civil y educada. Los de Nueva York son humanos en el mejor consentido de la palabra. El americano esta sufriendo un odio y una prejuicia que no cuadra con la experiencia de conocer la gente calida y graciosa de Nueva York.

No era siempre asi en Manhattan. Hace 18 a~os, Nueva York ahogaba debajo su propio mugre. Era como el cine mas grande del mundo, los piso aparecieron como serian eternamente pegajosos. Las calles eran rotas, y limosneros amenazaban a la gente obrera en la calle. Prostitutas andaban las calles entre carros robados y ventanas rotas. Hace 16 a~os era igual.
La basura agarro control de la ciudad, y decencia desaparecio del menu de experiencias.

Cuando todo aparecio como una perdida total, sucedio un milagro. La gente de Nueva York decidieron y declararon en voz alta y unida que no iban a permetir su ciudad convertir en el inodoro del mundo. El orgullo volvio a Nueva York. Limpiaron las calles de Times Square de pornografia y mujeres vendiendo sus cuerpos. Reconstruyeron a edificios principales. La gente volvio a visitar a Manhattan.

A poco rato, unos cobardes Kamikaze volaron las Torres Gemelas a polvo con aviones robados. El Nuevayorquino aprendio vivir con la idea que alguien quiere matarlo por el hecho de escoger trabajar y vivir en una de las ciudades mas interesantes del mundo. Hace 20 a~os, la mejor manera de deshacerse de una valija no querida era dejarlo en el piso de la parada de autobuses y trenes Port Authority en Avenida 8 y Calle 42 en el mero centro de Manhattan.

Aun es asi, pero es que un policia de Port Authority lo vuela a pedazos, con el temer de una bomba para matar a inocentes como en Madrid, o Londres, o Mumbai.

El Nuevayorquino no teme a nada por si mismo. El Nuevayorquino es capaz de defenderse contra cualquiera maldad que se enfrenta personalmente. Acaso no gana, pero un malintentado recordaria el dia cuando se mete con alguien de Nueva York. Confrontacion es parte del caracter de esta ciudad, y no se retiren de cual, lo acepten y lo busquen. En Nueva York la confrontacion es un desafio, un preludo a ser aceptado, y no lleva ningun consentido de condescencion ni insulto. Al contrario al insulto, la confrontacion se use como relajo y diversion.

Se defiende con palabras, a probar la fuerza de voluntad. El Nuevayorkquino puede dejar a otros, de otros lugares, en lagrimas. No es para insultarlo. Es para ver si se puede sobrevivir en la sombra de Manhattan.

Como cualquier otro ser humano, el Nuevayorquino preocupa para sus familiares y sus amistades. Para si mismo no se pone preocupado-se puede defenderse. Para los alrededor, se preocupa poner el radio en "News 880," o "1010 WINS," y descubrir que uno de su pueblo, el familiar, el amigo, el vecino ha encontrado un destino malogrado.

Es el caracter de esta ciudad de contradiccion. A un momento se puede echar palabras acidas en la cara de un amigo, y en otro momento estar preocupando si este amigo estara bien.

A veces es facil dejar que una ciudad como Nueva York convierte en algo anonimo e impersonal. Al contrario, es tan intimo como el pueblo de uno, porque hay alguien de Nueva York en cada ciudad en los Estados Unidos. Aprendemos conectar el individual y su humanidad, por bueno u malo, con una ciudad que echa miedo en gente que viven a lejos. Nueva York es siempre demasiado algo para alguien. Pero es nuestro, tambien.

El imagen vive en el rostro de la persona que va a la estacion de autobus, llega con nada, y logra tener exito. Esto es siempre la cara de Nueva York-la esperanza y el futuro. Es algo que todas las ciudades grandes tienen en comun. Para alguien la ciudad asi podria ser la del lector.

Cuando escucha de las acciones de la gente odiosa en donde sea, cobardes que esconden sus caras mientras matan o hieren inocentes, tenga en mente que no se mata solamente el extranjero, el diferente, el rico que tiene demasiado y provoca celos y envidia.

Tambien hay la maestra, el mecanico, la mujer de limpieza si esposo pero con dos chiquillos en casa que empe~o todo para llegar al unico lugar adonde podria imaginar esperanza. Porque esto tambien es la cara de una ciudad como Nueva York. Es Nueva York; Isla Manhattan-algo facil de despreciar su humanidad, y llora para que otros lo reconocen como humano.

Mas vale rezar que la humanidad comun se reconoce. Asi resuelvan las maldades de algo no humano que siembra odio en corazones. Asi Nueva York se salvara para siempre. Es una experiencia necesaria.